10/28/2012

Soy fonética... así percibo el mundo, desde el sonido.


Vengo de una familia de artistas y músicos, hija de Antunes, nieta de Leminski y amiga de algunos electroacústicos y concretos.

Antes que mi boca está mi oído que encuentra la emoción y el deseo que viaja en el lenguaje.

Antes de mi lengua y la saliva está el oído que reconoce de dónde y de quién.

Antes de los labios, el oído que sabe del mundo invisible de las frecuencias.

... Antes del iDioma, las V(b)OCAles y consonantes, los ruidos, los gestos( gest(gestos) y los dibujos.

Antes de mí, lo demás y las cosas que dicen cosas

Y cada letra sola en ese bicho del alfabeto es cierta desde el sonido y el dibujo que realiza en el aire, en la tierra y en el agua.

He cruzado este río de aguas heladas, he mojado mis pies, los peces se han escapado... han quedado el movimiento y el recuerdo de peces que ya no están aunque a veces regresen.

Me he metido en el río, el agua ha llegado a la cintura, se ha enfriado mi panza como rana, he temido que se me detenga el corazón, tratando de pescar alguna palabra...

El río ha crecido trayendo aluviones de letras sueltas, cardúmenes de palabras en portugués y hasta un swordfish;. Algunas pirañas con veneno me mordieron las piernas y de a ratos tuve que abandonar la pesca porque tenía los tobillos hinchados.

Increíblemente he encontrado peces de mar en el río, una vez encontré una aleta extranjera y la cola de un caballito de mar.

Hoy, sin confianza suficiente, sigo bañándome y al agua la llevo hasta el cuello, con las olas me trago restos de reptiles viajeros, latas de cerveza que algun homero desechó y variedades de frasescrustáceas que son difíciles de tragar y sobre todo de masticar por su tegumento rígido y ápero, sin hablar de las vértebras y espinas que pueden quedar atravesadas en la garganta.

Muchas veces y porque soy muy juguetona, me olvido de la pesca y meto las manos hata el fondo, mezclo todo, revuelvo, saco el primer sonido resbaladizo como quien saca el número ganador y muero de la risa.

Desde donde estoy oigo una orilla, un dialecto de tribu, algunos instrumentos de cuerda, tambores y un cuerno que llama a todos porque es la hora de la comida... como perrito (en la Isla Crisol persiguiendo un pato) nado para acercarme aunque sé que allí las cosas ya tienen nombre.

Son extrañas mis preferencias, pero prefiero que el mundo ingrese por mi oído, desde el sonido de lo que quieras decirme...

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