Históricamente el hombre ha manifestado de diferentes maneras su descontento con lo socialmente establecido y con la moral que va rigiendo los diferentes contextos que se han vivido. Por supuesto que el arte ha sido una de esas formas de resistencia, y los incoherentes en Francia a finales del siglo XIX, mostraron su inconformidad con la tradición artística académica de aquel momento tomando a la pintura como una de sus expresiones más significativas.
Las características principales de los incoherentes eran la irreverencia, la irracionalidad, la sátira, la estridencia, la parodia y, sobre todo su muy particular sentido del humor marcado en sus obras. Esta corriente captó a numerosos pintores, escritores, fotógrafos, caricaturistas, entre otros, hasta que esta tendencia culminara en 1896. Antes de llegar a su final la corriente de los incoherentes, montaron algunas exposiciones que lograron albergar a cerca de 20,000 por mes.
Dentro de las curiosidades que mostraban en dichas exhibiciones era el nombre mismo de sus presentaciones, como la realizada en París durante 1883 y que llevo por nombre “Una exposición de dibujos por gente que no sabe dibujar”. Los especialistas en arte consideran a los incoherentes como los antecesores del arte conceptual, de los vanguardistas y de los dadaístas.
“Cosecha del tomate por cardenales apopléticos a las orillas del mar rojo” (1884). Alphonse Allais
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