Es animal tu menstruación, aunque te empecines en taparla con un industrial tampón.
Es tu sangre en tus venas, la que llena tu falo y te hace apretar los labios para ser humano y no ladrar.
Son tus deseos de mirar la luna, de aullarla con intensa bravura.
Tu animal habita en tu hambre de carne, en tus colmillos que se clavan con desproporcionada codicia en un durazno en verano, sin importar el jugo que corre tu cuello.
Está allí, en tu sudor que tapás con barras y aerosoles, en tu barba que crece día a día,
En tu pubis aunque lo ardas con cera en cada luna menguante.
Está allí cuando defecás con tanta gana en tu tetera de porcelana que flush.
Humanimal es tu saliva, tan llena de azúcar química, de transgenicos generados por un humano que quiere ser dios para eliminarse del reino animal.
Humana es la bronca, la guerra, los desmontes. Humanos los edificios, la contaminación, la ciudad repleta de ratas y cucarachas. Humano es el secuestro, la vejación, la tortura.
Muchos animales viven en dictaduras, pero no necesitan armas, sometimientos, cárceles ni humillaciones.
Humanimal es volver a ser lo que somos: seres vivos, intuitivos, peludos, pelimplampludos, sonrientes, voraces, libres.
No se que es mejor, si un sucucho en rondeau o una buena rama en el amazonas.
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